Se acercan las navidades y yo aquí…
“Nada hace a la tierra parecer tan amplia como tener amigos a la distancia”.
(Henry David Thoreau)
Para aquellas personas que les gustan las navidades, o que simplemente estaban acostumbradas a disfrutar de la familia en esos momentos y que actualmente viven en el extranjero, puede convertirse en un momento de mucha tristeza.
Es normal que añoremos a nuestras familias o que tengamos la sensación de que nos estamos perdiendo muchas cosas de manera habitual, sin embargo, estas fechas pueden agravar la situación aún más. Incluso podemos comenzar a cuestionar nuestra estancia en el país donde vivimos y tener un sabor agridulce de la experiencia. Sobre todo si llevas poco tiempo en el país y aún no has hecho vínculos fuertes con el mismo.
Es importante acercarnos a nuestras emociones, darles voz y dejarlas fluir. Permitirnos conectar con nuestras tradiciones, nuestra gente, nuestra familia y sobre todo con nuestro yo, que está en constante cambio y aprendizaje, pero que su esencia está ahí. Es necesario para poder centrarnos en el presente, en lo que nos llevó hasta este momento y lo que lo mantiene. Reconocer nuestras fortalezas y nuestros objetivos vitales. Podemos crear nuevas tradiciones y recordar que todo cambia, incluso en nuestro lugar de origen.
¿Por qué es importante reconocer nuestras emociones en estos momentos?
Las emociones, qué son y para qué sirven.
Las emociones son un conjunto de respuestas neuroquímicas y hormonales que nos predisponen a reaccionar de cierta manera ante un estímulo externo (como la visión de una araña) o interno (como un recuerdo acerca de los años de la infancia). Estas respuestas son espontáneas, incontrolables y automáticas. Eso no significa que no podamos hacer algo y adquirir herramientas para manejarlas de la mejor manera posible.
Las emociones nos acompañan cada día, sin embargo, no le damos la importancia que se merecen en muchas ocasiones. Tendemos a clasificarlas en buenas/positivas o malas/negativas, sin embargo, a pesar de que algunas sean desagradables, todas son importantes.
Cuando sentimos una emoción desagradable solemos tender a huir de ella, ¿y qué pasa cuando las evadimos? Pues que se hacen más fuertes y pueden terminar explotando de cualquier manera, transformándose en otras o arraigándose profundamente.
Todas las emociones nos transmiten información, por eso son útiles. Si aprendemos a escucharlas y a entenderlas, podremos vivir con mayor inteligencia emocional y “perder el miedo a sentirlas”.
Estas son algunas de las emociones que puedes sentir en estos momentos, te invitamos a reflexionar sobre ellas, darles valor y voz. ¿Qué te dicen? ¿Para qué están ahí?
- La soledad
- La añoranza
- La incertidumbre ¿Hice bien al venir aquí?
- El enfado
- La tristeza
- La culpa que se puede sentir al no poder volver para esas fechas especiales
- Puede surgir envidia al ver reunidos a nuestras familias sin nosotros. O al ver familias reunidas en el país en el que se esté.
Herramientas para afrontar estos momentos
- Planificar llamadas o contacto con nuestros seres queridos. Organizar una comida o un desayuno a distancia vía Skype con algunos seres queridos, que no sea simplemente hablar sino compartir un rato. Una comida, unos bailes, un juego…
- Permitirme el recuerdo, no negar la emoción. Estableciendo un tiempo determinado para recordar aquellas cosas que hacía en mi país de origen o con mi familia. Decirse así mismo
“Ahora me siento…y es normal ya que… así que me voy a permitir durante un tiempo sentirme así y después hare…”
- Centrarme en el aspecto o en el recuerdo positivo, cosas que me gustan de la navidad y que puedo hacer aquí.
- Planificar encuentros con personas que estén en mi situación, buscar comunidad. Existen diversos grupos que podemos encontrar y a los que podemos acercarnos para crear nuestros propios recuerdos. Aprovecha lo que las nuevas tecnologías te ofrecen. Es probable que existan más personas en esta situación.
- Recordar los motivos por los que vine aquí. No pierdas de vista tu objetivo, piensa en las cosas que te trajeron aquí y recuérdate las cualidades que te ayudarán a alcanzar dichos objetivos. Si en este punto sientes que no tienes motivos suficientes, dudas de ellos o los rechazas, quizá sea el momento de hacer un autoanálisis más profundo.